El Inventario Emocional

¿Tu controlas tus emociones o tus emociones te controlan a ti?

En un día es posible vivir una variedad de sentimientos; felicidad, tristeza, paz, enojo, tranquilidad, desesperación y muchos más. ¿Qué tan consciente estás de las emociones que estás viviendo en el momento? Podemos andar por el día sin estar muy conscientes de lo que estamos sintiendo. A veces nos despertamos de malas o con las mismas preocupaciones con que nos dormimos. Si no estamos conscientes de esto es posible que ese mal humor permanezca con nosotros durante todo el día y nos afecte en el trabajo o la escuela, en las conversaciones que tenemos con amigos o nuestra familia, y nuestra habilidad de lidiar con los retos del día. Tomando todo esto en cuenta, es importante hacer la pregunta que propuse al inicio: ¿Tu controlas tus emociones o tus emociones te controlan a ti?

Estar más conciente de tus emociones te permite tomar control de ellas. A veces es difícil identificar cuales emociones estás sintiendo en el momento porque casi siempre estamos procesando más de una. Cuando desarrollas el hábito de identificar tus emociones te permite trabajar con ellas para controlarlas y evitar que te afecten demasiado. El hábito de identificar tus pensamientos y sentimientos durante el día se llama inventario emocional. El inventario emocional es una herramienta que se aprende, es muy útil para bajar los niveles de estrés o enojo y para pasar el día en un estado de más tranquilidad y felicidad.

¿Cómo desarrollar el hábito del inventario emocional? Es más fácil que piensas y requiere que uno sea constante para poder formar el hábito. Yo sugiero que para empezar pongas una alarma en tu celular para que suene tres veces; en la mañana, al mediodía y la noche. Cuando suena la alarma, deja lo que estás haciendo por solo un minuto e identifica cual es la emoción predominante que estás sintiendo en el momento. Escríbelo en tu celular o en una libreta. El propósito de este ejercicio es fortalecer tu habilidad de identificar tus sentimientos con claridad. No tienes que intentar a cambiar la emoción o los pensamientos en esta primera fase. Haz este ejercicio para una semana o hasta sentirte proficiente en identificar tus emociones con claridad y certeza. El siguiente paso es aprender a estar más consciente de los pensamientos que procesamos durante el día.

Nuestro auto-diálogo es poderoso. El auto-diálogo es esa voz dentro de ti que te está hablando todo el día. Esa voz te está ofreciendo opiniones de un sin fin de situaciones y personas, incluyendo de ti mismo. Los pensamientos son influidos por nuestro estado emocional y viceversa. Los pensamientos y las emociones se alimentan el uno al otro mutuamente. El ser humano tiene el poder cognitivo para moldear el auto-diálogo hacía lo positivo y afirmativo. Podemos analizar y elegir cuales pensamientos nos ayudan y cuales no cuando estamos más conscientes de lo que estamos pensando durante el día. Prestar más atención a tu voz interior (auto-diálogo) te permite la oportunidad de analizar si esos pensamientos son útiles o no en la situación que estás tratando. Por ejemplo, cuando te encuentras molesto por algo que acaba de suceder en tu trabajo, antes de reaccionar te puedes hacer las siguientes preguntas: ¿Qué me está diciendo mi voz interior? ¿Estos pensamientos son los mejores para lidiar con la situación o existen otros pensamientos que serían más útiles? ¿Una reacción enojada me va ayudar o hacer daño en el presente y a largo plazo? Podemos tomar control de nuestras emociones y reacciones cuando desarrollamos la consciencia de nuestra voz interior y el manejo de la misma. Tomar este control de nuestros pensamientos nos ayuda vivir con menos negatividad.

No tenemos que ser esclavos de nuestras emociones. Tenemos toda la capacidad cognitiva y emocional para tomar control de lo que pensamos y como nos sentimos. Es cuestión de estar consciente de esto y desarrollar las habilidades y los hábitos de estar continuamente monitoreando las emociones y nuestros pensamientos. Puedes vivir más feliz. Puedes vivir con más tranquilidad. Tomar control de tus emociones te llevará a disfrutar una vida menos complicada y más positiva.