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Mi pareja me fue infiel, ¿Qué hago?

Descubrir que tu pareja te fue infiel puede ser una de las pesadillas más fuertes que puedes vivir. Ya no es exclusivamente el hombre que se descubre siendo infiel, en mi consultorio veo tantos casos de mujeres infieles como de hombres. Es una situación devastadora. Tu mundo se cae en el momento que descubres que tu pareja te fue infiel, e inicia un ciclo tormentoso de emociones: shock, negación, enojo, tristeza, desesperación y mucha confusión. Con tantas emociones presentes es casi imposible saber que hacer, y te deja con una pregunta bastante importante: ¿Qué hago…lo/la perdono o me separo? Voy a compartir contigo los patrones más comunes que he observado en los casos de infidelidad que he tratado en el consultorio. Espero que te sirva como una guía, y que pronto puedas encontrar la paz que tanto necesitas y mereces.

Las preguntas infernales

Lo que mas atormenta a la persona afectada por su pareja infiel son todas las preguntas que invaden su mente en todas horas del día. ¿Qué hice mal? ¿En qué fallé para que mi pareja me fuera infiel? ¿Cómo es la otra persona y qué vio mi pareja en el o ella? ¿Cuándo se veían y donde? ¿Qué ropa usaban? ¿Qué hacían? ¿Es solo sexo o también hay amor? Las preguntas no tienen fin. ¿Qué hacer con las miles de preguntas que tienes cuando tu pareja te engaña? Se crea una necesidad intensa de entender la infidelidad en su totalidad. Es difícil cerrar un capítulo de vida cuando al 90% de ese capítulo está en blanco. Es una situación difícil de manejar porque sientes que necesitas todas las respuestas para poder entender la situación lo suficiente para tomar decisiones importantes, pero tu pareja se reusa a dar las respuestas que buscas por el miedo de que cada una que ofrece solo va a traer diez preguntas más. También tiene el miedo de enredarse más en el engaño dando respuestas que se contradicen. Mientras tu tienes la necesidad de entenderlo todo, tu pareja tiene la necesidad de olvidarse de la situación y seguir adelante. Nadie gana.

Las preguntas constantes atormentan, primero a la persona afectada por la desesperación de no poder obtener suficientes respuestas para poder darle sentido a lo que sucedió, y segundo a la persona infiel por tener que lidiar con tantas preguntas que son incomodas y podrían llegar a respuestas que lastiman más a su pareja. Por un lado la persona afectada tiene el derecho de saber lo que sucedió en su totalidad. Por otro lado, las respuestas pueden llegar a hacer más daño que bien. Tienes que valorar las intenciones de tus preguntas y determinar si son para entender mejor la situación y llegar a una decisión informada, o si son para lidiar con celos, tu autoestima, enojo, etc. Llega el momento en que las preguntas se convierten en algo destructivo que solo inhiben tu proceso de sanación. Piénsalo bien y analiza si las preguntas ayudan a ti y a tu pareja a seguir adelante, o si hacen más mal que bien.

NO es tu culpa

Es muy posible que te estás preguntando: “¿Qué hice mal? ¿En qué le falté a mi pareja para que busca a otra persona? ¿En qué fallé para que nuestra relación sufriera de esta manera?” Es sumamente importante que entiendas que NO HICISTE NADA. La infidelidad de tu pareja no es tu culpa. Tu pareja decidió ser infiel y esa decisión fue exclusivamente de él o ella. Puede ser que la relación estaba sufriendo y eso es algo de los dos, pero jamás es pretexto para que tu pareja te engañe. Son dos cosas muy distintas, una es una relación dañada y la otra es elegir engañar y decepcionar.

Una relación requiere un cuidar constante. Requiere su mantenimiento de la misma manera que un coche requiere su cambio de aceite y filtros cada cinco mil kilómetros. La relación merece ser evaluada de vez en cuando para entender y modificar los factores que podrían estar causando fricción o deterioramiento. También vale la pena mencionar que existen casos con parejas muy unidas y felices en sus relaciones y aún así ocurre una infidelidad. Es por esto que digo que la infidelidad de tu pareja no es tu culpa. El engaño es una decisión que tu pareja tomó a solas y no tiene nada que ver contigo o tu conducta dentro de la relación.

Cuida tu autoestima

Una de las áreas más afectados en una infidelidad es la autoestima. La necesidad constante de compararte con “la otra” (o “el otro”) es inevitable. Cuestionas tu apariencia, si eres atractiva(o), deseable para tu pareja, etc. Te miras en el espejo y en vez de ver todo lo bueno y lo lindo, te enfoques en tus “defectos”. La realidad es que no son defectos pero tu autoestima dañada no te permite verte con una luz positiva.

Este es un área de trabajo muy importante en el caso de una infidelidad. No puedes permitir que la traición de tu pareja afecte como te ves a ti misma(o). El amor propio es lo que más necesitas en una situación como esta. Cuando te sientes mal y tus pensamientos se dirigen hacía lo despectivo, ponle un alto a esos pensamientos y cámbialos hacía lo positivo y afirmativo. Sé tu fan #1. Reconoce todo lo bueno de ti, desde lo interior hasta lo físico. Celebra tus virtudes y cualidades. No permitas que la infidelidad tome control de tu autoestima, a lo contrario toma control tú y camina con confianza.

No tomes el rol de víctima, sé una persona empoderada

La autoestima y confianza es esencial en tu habilidad de verte como una persona empoderada. Es más fácil caer y tomar el rol de víctima en una infidelidad. Vamos a reflexionar sobre esto por un momento. ¿Qué prefieres ser en una situación como esta: víctima débil o persona empoderada? ¿Qué piensas que te llevará a tomar decisiones correctas para tu futuro: víctima dependiente o persona empoderada e independiente? ¿A quién le vas a permitir controlar tus emociones y estado de ánimo: el victimario o tú como persona empoderada?

Es cierto que la infidelidad te ha afectado, pero no puedes permitir que esta traición te deje caer en un rol de víctima. Solo eres víctima si así lo deseas y permites. Poder seguir adelante con tu relación, si así lo decides, requiera fuerza y determinación. Si eliges no seguir en relación con tu pareja, esto también requiera fuerza para mantenerte firme en tu decisión. Busca esa fuerza interior aún que no lo sientas en el momento. Está en ti, rescátalo y sigue adelante con confianza.

La decisión de que hacer es tuya

La decisión más difícil de tomar es que hacer ahora que has descubierto la infidelidad de tu pareja. Esta decisión trae muchas emociones y tiene implicaciones fuertes para todos los involucrados. Por un lado, sientes que jamás podrás confiar en tu pareja de nuevo. También está la cuestión de tu dignidad. Por el otro lado, piensas en el amor que tienes hacía tu pareja y todo que ambos han invertido en la relación. La decisión se complica aún más cuando hay hijos de por medio. Agregas todas las voces y opiniones externas (familiares, amistades, etc.), y te encuentras en una confusión que solo te deja desconsolada(o) y sin saber que hacer. Te ofrezco algunas preguntas que te pueden ayudar con esta pregunta de qué hacer:

· ¿Cómo era antes de la infidelidad?
· ¿Ya existían problemas o focos rojos?
· ¿Estaban felices en su relación?
· ¿Es la relación lo suficiente sólida para reconstruir? Esto es clave en decidir si quieres seguir con tu pareja o no.
· ¿Vez a tu pareja sinceramente arrepentido(a)? Un sincero arrepentimiento es una buena señal que la relación se puede reconstruir. Lo contrario es una señal de que una infidelidad podría volver a suceder.
Por lo último, pregúntate si puedes vivir con la desconfianza. Es difícil confiar de nuevo en tu pareja después de una infidelidad, pero puedes aprender a vivir con la desconfianza de tal manera que te permite disfrutar la relación sin que te afecte emocionalmente.

Tienes que evaluar la relación más allá de la infidelidad y preguntarte si piensas que la relación es lo suficiente fortalecida para sobrevivir un evento tan retador como una traición. La mejor decisión de seguir con tu pareja o no es aquella que es tomada por ambos, pero es sumamente importante que te sientas en control de esta decisión y que no sacrifiques tu dignidad o la confianza que la decisión tomada es la mejor para ti. Nadie en tu familia va estar bien si tu no estás bien, por lo cual tienes que considerar tu bienestar primero y antes que nada.

Toma el tiempo que necesitas No es el deseo de nadie vivir un engaño en su relación. Lamentablemente es algo que puede suceder. En caso de descubrir una infidelidad, toma el tiempo para analizar bien la situación. No te dejes presionar por tu pareja, familia, hijos, etc. Necesitas primero procesar todas las emociones involucradas (enojo, tristeza, decepción, etc.) para poder llegar a un estado más tranquilo en donde con mente en calma puedas decidir como proceder. El exigir tu tiempo para pensar bien las cosas es parte de ejercer confianza y control en la situación. Para poder tomar la mejor decisión es recomendable que busques ayuda para poder procesar la multitud de emociones involucradas y ver las cosas con claridad. Siempre es recomendable acudir a un profesional especializado en infidelidades.

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